La cofradía ‘La Pasión de Cristo’ de Cehegín, más conocida como ‘los verdes’, incorpora este año a su desfile procesional del Martes Santo una nueva imagen de la ‘Virgen de la Esperanza’, del escultor José Sánchez Lozano, datada en 1945.
Según cuenta a ‘La Panorámica’ Alfonso Ciudad, presidente de la cofradía, «el 23 de enero de 2016, festividad de San Ildefonso, fue un día histórico para ellos. En apenas unas horas tuvimos conocimiento de que una familia murciana disponía de una imagen de la virgen dolorosa del escultor José Sánchez Lozano y que la habían puesto a la venta. Inmediatamente fuimos a verla, y sin dudarlo un momento decidimos adquirirla».
Me acompañaban, añade, «mi hijo Alfonso, Juan González Cava y el Presidente de la Junta Central de Cofradías de Cehegín Pedro Alfonso de Maya. Nada más entrar a la habitación donde se encontraba la Virgen y posamos por primera vez los ojos en ella, quedamos impresionados por su belleza».
Al parecer fue un regalo del propio escultor a Teresa Clemares y a su fallecimiento la imagen pasó a su sobrina Soledad Clemares. La imagen, puntualiza Alfonso Ciudad, «fue restaurada en el año 1975 por el propio Sánchez Lozano para colocarle lágrimas y pestañas. Su estado de conservación es perfecto, muy cuidada, sin ninguna mácula o roce. Con solo verla, la decisión estaba tomada: la Cofradía de los Verdes no podía dejar pasar la ocasión de incorporar esta bella imagen a su patrimonio procesional».
José Sánchez Lozano es uno de los grandes discípulos contemporáneos de Salzillo. Nació el 16 de abril de 1904 en el Pilar de la Horadada, donde también falleció el día 2 de noviembre de 1995 a los 91 años. Con solo 13 años marchó al taller de Peñalver en Madrid. Tras obtener una beca, en 1920 se trasladó a Barcelona y se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge, donde se especializó en Anatomía Pictórica y Escultura del Natural. Compaginó sus estudios en San Jorge con el trabajo en los Talleres Castellanas, donde estuvo hasta 1926. Tras su etapa en Barcelona, vuelve a Madrid y realiza varios trabajos para el Duque de Tovar.
En 1928, es enviado por el Duque a Murcia para realizar una copia de la Dolorosa de Jesús, su primera obra pasionista, hecho que marca el transcurso de su obra posterior. Tras la guerra civil se instaló en Murcia, comenzando su andadura en la iconografía religiosa. Entre 1945 y 1955 fue profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Murcia.
Recibió numerosos reconocimientos como la Medalla de Oro de la Academia Italiana de Arte y Trabajo (1980); el Laurel de Bellas Artes de Murcia (1982) o la Medalla de Oro de la Société Academique d’Education et d’Encouragement de Paris (1986).
Entre sus discípulos destacan Manuel Ribera, Antonio Labaña, Francisco Liza, Domingo Blázquez y Onofre Molino.
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