Como cada año, y como manda la tradición, el Ecce-Homo de Calasparra, obra del valenciano José Díaz realizada en 1944, regresa a su ermita tras la Semana Santa, concretamente el domingo siguiente al de resurrección. Se acaba así, su estancia en la localidad adonde llegó el Domingo de Ramos para participar en los desfiles procesionales.
La romería de regreso comenzó a las 10:30 horas desde la iglesia de San Pedro. Durante el recorrido se volvieron a repetir las paradas en la casa de María Moya, que durante años se encargó del arreglo de la imagen y también en la casa de la familia Lozano y en la puerta de la esperanza de la iglesia de la Merced.
Tras cruzar el río Argos, el Ecce-Homo llegó a su ermita, sobre las 12:00 horas, donde se ofició una misa huertana acompañada por los cantes y bailes de la rondalla de Calasparra. Después el día de romería continuó en ambiente festivo.
La ermita se encuentra en el paraje ‘La Calzadica’, a 2 km. del casco urbano. Se trata de un oratorio de principios del s. XVIII, de propiedad privada hasta 1980, cuando fue donado por Maruja Buendía a la Cofradía del Ecce-Homo.
Aún no hay comentarios en este artículo