En el pasado pleno municipal del ayuntamiento de Cehegín, se volvió hablar del servicio de agua potable, y del ya famoso contrato que el gobierno del PP firmó con la empresa concesionaria del servicio.
Recuerdo que fue en el año 2008, y nada menos que por 25 años.
Un contrato que los ‘lumbreras’ que nos gobernaban por entonces firmaron permitiendo que la empresa nunca podía de dejar de ganar el porcentaje económico que ellos mismos, la empresa, fijase.
Dicho de otra forma, asegurar a esta multinacional, un beneficio seguro y sin riesgo alguno, siempre a costa de meter la mano en los bolsillos de los contribuyentes.

Y así se ha puesto de manifiesto en los últimos años, en donde el año 2012 la subida fue de un 25%, y en el siguiente año un 12%, y todo ello sin que la Mancomunidad de los Canales del Taibilla incrementase el precio del agua, cosa que de hacerlo, según una clausura del contrato, se revisaría automáticamente al alza, el precio del recibo.

Pienso que los que actúan de esta forma, aquellos que venden un servicio público al mejor postor, solo para garantizar unos ingresos rápidos y seguros, para seguir gobernando sin ningún control y tapando los agujeros de una mala gestión económica (en el caso que hablo, fueron 4.000.000€ a la firma del contrato) deberían de dar explicaciones, pero no solo ante las urnas, sino ante otras instituciones.

Sé que no va ser así, pero es porque no hay leyes que se ajusten a los intereses del pueblo, más bien muchas de ellas, están hechas para mantener políticas contraria a los intereses generales, y facilitar actuaciones que nos han llevado a la especulación, y como estamos viendo en numerosos casos, a la corrupción de todo tipo, y de la que, la llamada ‘burbuja hídrica’ tampoco se escapa.

En el trascurso del pleno, se expuso en primer lugar, el nulo seguimiento que desde su firma, se ha llevado del contrato y pliego de condiciones firmado entre las partes. Pero también los posibles incumplimientos que sin duda, podrían dar lugar a un expediente de rescate de la concesión y puesta en marcha de una empresa pública, como se hace en el 90% de las grandes ciudades de todo el mundo.

Todos los datos y estudios demuestran, que la gestión pública del agua, es más rentable para los ayuntamientos, y su vez más económica para los usuarios, al repercutir todos los beneficios que se generan, en el conjunto de la población.

Y no solo por esto el agua debe de volver a manos públicas, sino por conciencia social, y para preservar su derecho y un servicio eficaz, pero sobre todo para garantizar un precio justo y libre de especulación sin que sean los consejos de administración de las empresas privatizadoras, las que marquen el precio del agua.

Pero lo que más me llamó la atención del citado pleno, fue que ningún grupo político allí representado, planteo la posibilidad de por lo menos, estudiar la posibilidad de remunicipalización del servicio de agua potable en Cehegín.

Ni siquiera los partidos que se llaman de la ‘nueva política parecen estar por la labor de recuperar los servicios públicos. Más bien como se pudo ver, por lo que están es por consolidar y perpetuar el contrato firmado, y seguir engordando de forma segura y sin riesgo, los bolsillos de unos Sres. que sentados en no se sabe qué lugar, deciden el precio que los cehegineros tenemos que pagar, por un servicio público, como es el agua.

Por eso, bajo mi punto de vista, cuando nos quejemos del precio del recibo del agua, no solo hay que mirar a quien firmo en su día, sino también a los que parecen encantados con aquella decisión, que hipotecó al municipio para más de 6 legislaturas…