Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama y el Ayuntamiento de Calasparra exhibe estos días en su fachada un gran lazo rosa, símbolo de la lucha. Mientras, en la localidad aún permanecen los efectos de la ‘marea rosa’, la marcha contra esta enfermedad celebrada el pasado domingo.
Comenzaba a las 11:00 horas, al grito de ¡Sí se puede!, con unos 800 participantes, según la Policía Local. El colectivo ‘Calasparra se mueve’ y el consistorio volvían a unirse para convocar al municipio en esta causa solidaria.
La “marea rosa” partía de la Avenida 1º de Mayo y hacía el mismo recorrido que el pasado año: 2 kilómetros de superación, apoyo, coraje y fuerza. Junto a todos nosotros, caminando de la mano, aquellas personas que no lo superaron. Aquellas que se llevó el cáncer y que estuvieron en la mente de todos. ¡También iba por ellas y ellos!
Las emociones a flor de piel a la llegada a la meta. Este año tomaban el relevo los casos más recientes de cáncer de mama detectados en el municipio. De esta forma les pusimos rostro y nombre, y eso sacudió el corazón de todos los presentes. ¡Estamos con vosotras¡ ¡No estáis solas¡, se escuchaba por doquier. Vecinas, conocidas, amigas, familiares, miembros de nuestra sociedad que este año tomaban el triste relevo al grupo formado por Choni, Loli, Dolores y Juana, que han demostrado que ¡sí se puede¡. Un mensaje de esperanza y coraje para todas las mujeres que lo sufren.
Mensajes de esperanza y de superación. Testimonios desgarradores por parte de las invitadas de este año, Mari Carmen y María Dolores. Con sus palabras demostraron que hasta de lo peor algo bueno se saca. «Lecciones de vida que te hacen crecer como persona», decían. Palabras escritas con el corazón que arrancaron un gran aplauso del público situado frente a un escenario por donde también pasó Juana Moya, y que estuvo todo el tiempo presidido por una rosa en recuerdo de las ausentes.
Lágrimas contenidas, mucha solidaridad, abrazos que lo dicen todo sin hablar. Emotivas imágenes que se concentraron en la plaza de la Corredera mientras ‘Cadencia Valiente’, grupo musical invitado este año a cerrar el acto, interpretaba lo que ya se ha convertido en todo un himno a la esperanza… «Sé… que las ventanas se pueden abrir. Cambiar el aire depende de ti. Te ayudará, vale la pena una vez más …Saber que se puede. Querer que se pueda. Quitarse los miedos. Sacarlos afuera. Pintarse la cara Color esperanza. Tentar al futuro. Con el corazón…»
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