La alcaldesa de Moratalla y coordinadora regional de IU, Candi Marín, tendrá que comparecer el 27 de marzo en el Juzgado de Instrucción de Caravaca en calidad de investigada (asistida por un abogado) para explicar si son ciertas las acusaciones de «acoso laboral, lesiones psicológicas y delito de odio» vertidas contra ella por la secretaria accidental del ayuntamiento de la localidad.
La funcionaria municipal ha interpuesto una querella en la que asegura que Marín «está sometiéndola desde hace tiempo a un trato humillante y degradante, con gritos contínuos y malos modos, y con una actitud amenazante y de falta de respeto, que me han conducido a sufrir una grave situación de tensión y a necesitar incluso asistencia médica y psicológica».
Según la querellante, «la situación parte de unos años atrás, cuando Cándida Marín todavía no ocupaba el cargo de alcaldesa, y que, entre otras aparentes causas, habría tenido su origen en un cambio de puesto de trabajo que afectó el esposo de la representante de IU -también funcionario municipal-, del que en apariencia culpaba a la secretaria accidental».
La alcaldesa de Moratalla se defiende en un comunicado, en el que señala que la querella es «falsa, de carácter personal, basada en supuestos falsos que demostrará en el lugar oportuno. Mi trayectoria se caracteriza, precisamente, por defender los derechos de los trabajadores y nunca he abandonado esos principios».
Este asunto ha trascendido al ámbito regional donde el diputado del PP Francisco Bernabé ha pedido explicaciones al secretario general de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar sobre su socia de gobierno. Ambas formaciones políticas se reparten las áreas del Ayuntamiento de Moratalla hasta julio de 2017, que será cuando IU cederá la alcaldía al PSOE.
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