La Guardia Civil, en el marco de la operación nacional CRUCERO, ha detenido a 15 personas pertenecientes a una organización criminal dedicada a favorecer la inmigración irregular desde Marruecos a España; dos de ellas en Cehegín, tras un registro domiciliario. A todos ellos se les imputan los supuestos delitos de tráfico de seres humanos, contra los derechos de los trabajadores, contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
Además de Murcia, la operación se ha desarrollado en las provincias de Granada, Madrid, y Albacete, donde se ha intervenido numerosa documentación, pasaportes, certificados de empadronamiento preparados para su venta y dispositivos informáticos.
Las investigaciones comenzaron a principios de enero, a raíz de la llegada de varias pateras a las costas próximas a Barbate (Cádiz). Los miembros de la organización establecían de forma sucesiva las salidas desde Marruecos después de concentrar a un número suficiente de personas para hacer la travesía y confirmar la recepción del dinero (entre 1500 y 2000 euros) preparando en última instancia las pateras y los motores sin ninguna medida de seguridad.
Las salidas se realizaban normalmente de noche, desde localidades situadas en la costa atlántica, teniendo el viaje una duración aproximada de 14 horas. Los puntos de llegada eran normalmente playas gaditanas próximas a Barbate o Bolonia; posteriormente, eran trasladados a lo que ellos consideran pisos ‘seguros’, ubicados en localidades granadinas de Motril, La Rábita y alrededores. Una vez en estas viviendas se les exigía un segundo pago no pactado previamente para poder abandonarlas, siendo la deuda cobrada bien a los propios inmigrantes o a sus familias que se encuentran en Marruecos.
Desde el inicio de las investigaciones se han podido acreditar hasta más de 150 personas trasladadas de manera irregular, lo cual indica que han recaudado unos 350.000 euros en ese tiempo. Algunos se realizaron bajo condiciones de la mar muy precarias y con nulas medidas de seguridad, poniendo en grave riesgo la vida de los inmigrantes, entre ellos menores de edad.
Varios de los miembros de esta organización se dedicaban también al tráfico de drogas, aprovechando el envío de pateras a España para introducir hachís, llegando en algunos casos a exigir a los inmigrantes que transportaran con ellos cantidades de droga que serían recogidas a su llegada a la costa. Los agentes han incautado 140 kilos de hachís en una de las llegadas de estas embarcaciones, junto con los inmigrantes.
A todo lo anterior se suma que otros miembros de la organización procedían a gestionar el certificado de empadronamiento a esos inmigrantes, a los que se cobraba cantidades que podían alcanzar los 300 euros.
Varios de los ahora detenidos no son miembros de la organización criminal investigada, sino que son propietarios o gestores de los invernaderos en los que trabajan inmigrantes en situación irregular, sin ningún tipo de contrato laboral y omitiendo las responsabilidades debidas en materia de cotizaciones.
Dada la estructuración de la organización criminal en las dos partes, ha sido fundamental contar con el apoyo y la implicación de la Gendarmería Real de Marruecos, gracias a la cual se ha producido un fluido intercambio de información en tiempo real.
La investigación, llevada a cabo por el Servicio de Información de la Guardia Civil, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
La operación se ha desarrollado bajo la supervisión y dirección del Juzgado mixto nº 3 de Motril (Granada).
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