Fuentes del gobierno regional informan que la población de parejas reproductoras de buitre leonado (Gyps fulvus), asentadas en Caravaca de la Cruz, Moratalla y Lorca, se ha incrementado un 65 por ciento en los tres últimos años, al pasar de las 123 del año 2015 a las 204 censadas durante este año.
La Comunidad cuenta desde el año 2003 con un programa de seguimiento biológico que abarca a varias especies de aves rapaces y que revela también que el número de individuos de esta especie en las colonias de cría ha pasado de 375 en el año 2008 a 596 en el presente año.
Son datos que hemos conocido esta semana tras la puesta en libertad de un ejemplar de buitre negro (que fue localizado desorientado, desnutrido y deshidratado por un particular en una zona rural próxima a Almudema, en Caravaca de la Cruz) y otro leonado (rescatado por un agente medioambiental a principios de este mes en la zona de la pedanía lorquina de Campillo) que se han recuperado durante varias semanas en el Centro Regional de Fauna Salvaje.
Otra de las medidas con las que cuenta la Comunidad para ayudar a preservar tanto al buitre leonado como a otras especies necrófagas es la creación de zonas de alimentación suplementaria. En la actualidad, la Región cuenta con dos de estos muladares, uno propiedad de la administración ubicado en la Sierra de Mojantes, en Caravaca de la Cruz, y otro privado autorizado en una explotación ganadera de la pedanía muleña de Casas Nuevas que se emplea de manera excepcional.
Además, se está trabajando en la elaboración de un decreto para regular otras zonas de protección en las que se podrá alimentar a estas especies con los restos de animales procedentes de explotaciones ganaderas.
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