El hidalgo Martín de Ambel en su famoso manuscrito del siglo XVII nos refiere el martirio de San Restituto, natural de Cehegín, el año 306 siendo emperador Diocleciano. En los mismos términos se pronuncia Julián Pedro en su Cronicón nº 86, y añade que en la ribera del río de Canara, hoy Argos, tuvo lugar este martirio.
Ambel tuvo un gran mentor que fue el doctor Juan Yañez Espín, cuyo nombre aparece en capitulares del año 1635, folios 143 y 156, existentes en el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Cehegín.
Dice el Dr. Yañez Espín “que en escrituras antiguas se ha hallado que fue martirizado San Restituto, natural de esta villa, con San Críspulo, natural de Caravaca, por la fe en Jesucristo el año mismo, presidiendo en España el cruel Daciano y siendo pontífice San Marcelo, el día 10 de Junio”.
Y, añade, “que se verifiquen las dichas escrituras antiguas y, contestándoselo, así se vote y se pida a Su Señoría Ilustrísima el Sr. Obispo de Cartagena le mande guardar y celebrar con toda devoción”.
Se despachó poder del concejo a un procurador de la ciudad de Murcia para pedir al Ilmo. Sr. Obispo de Cartagena que mandase aprobar y confirmar la fiesta del bienaventurado San Restituto mártir el día 10 de Junio de cada año; el concejo votó que se guarde y venere y lo elige por ser devoto patrón de esta villa”.
En el Martirologio romano del año 1807, pontificado de Benedicto XIV, que tenemos a la vista, aparece “in Hispania Santorum Martyrum Críspoli et Restituti” y su festividad el 10 de Junio”.
Y ahora nos preguntamos: ¿Quién fue San Restituto? Corría una piadosa tradición de que fue un soldado romano convertido al cristianismo, que no abjuró de su fe. Y otra, que la imagen del soldado romano que figura en el ático de la fachada principal del templo Mayor de Stª Mª Magdalena, es la de este mártir ceheginero, propuesto como Patrón por el Concejo en el año 1635 y que quedó relegado, posiblemente, por el patronazgo civil de san Zenón.
Pero, es que, el vecino San Críspulo, mártir natural de Caravaca, corrió también la misma suerte, que su compañero de martirio, el olvido.
Como apéndice diremos que bajo la misma persecución tenemos a nivel diocesano otro “Restitutus, Episcopus Carthaginensis, et mart.”, con festividad el 9 de diciembre.
El Santoral ceheginero que era tan proclive a las festividades de la antigüedad cuenta con San Sebastián (21 de enero), que celebra fiestas populares en el Casco Antiguo y San Zenón, que por exigencias agrícolas cambiaba de fechas, hasta que el obispo diocesano don Alonso Coloma, en 9 de octubre de 1604, decretó la celebración de su festividad, el 9 de julio, hasta que volvió al 9 de septiembre, a las que incorporaron en 1725, las de la Virgen de las Maravillas, desapareciendo a finales del siglo XIX las de San Zenón, recuperadas el año 2007, aunque con aires más festivos que religiosos en los últimos días de julio y primeros de agosto.
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