Una de las actas capitulares más antiguas que conservamos en el Archivo Municipal de Cehegín es del año 1508, referente a las viñas y a las penas en que incurrirán aquellos que metan animales a pastar en ellas, como bueyes, vacas, acémilas, etc… Un acta muy interesante, tanto para los estudios en Cehegín referentes a la agricultura en general a finales de la Edad Media y principios de la Moderna, como para la investigación sobre los viñedos y, por ende, del vino. No obstante, en la documentación concejil, las referencias al viñedo son muy recurrentes, tanto en las capitulares como en las ordenanzas sobre la huerta y campo.
Desde luego, sabemos que el viñedo de secano era uno de los principales cultivos que había en Cehegín a principios del siglo XVI, que por entonces incluía también la aldea de Bullas en su término concejil (lo fue desde 1444 hasta 1689). También se cultivaba la viña de riego, pero en menor cantidad, por motivos evidentes de que había mucho menos terreno de secano que de regadío, aunque la estructura de acequias estaba bien regulada. Así, la producción de vino era importante, siempre lo fue en toda esta tierra desde tiempos romanos.
«De las viñas.
En la sala del Ayuntamiento, estando juntos los señores conçejo, Pedro Vernal e Nicolás Roca, alcaldes, e Juan Lorençio, y Álvaro Ruiz, y Alonso Fernández, i Alonso d´Espín i Diego Corbalán, vecinos desta villa, regidores i Gonzalo García y Martín González (vecinos desta villa) jurados, todos de su voluntad i con cordura ordenaron e mandaron que cualesquier bueyes o vacas o azemilas que entraren en las viñas que (tengan de pena) libraren de pena a su dueño por el daño, cada vez que fuere tomado, un real de día y una arroba de vino mosto, y de noche la pena doblada, el real para el que arrendare estas penas y el vino para el señor de las viñas en que fuesen tomados.”
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