La plaza Mayor de Cehegín, la conocida como plaza del Castillo, es el lugar más emblemático, en cuanto a historia se refiere, del Casco Antiguo. La historia que cubre este espacio urbano es tan grande que un perfecto conocedor de ésta podría estar muchas horas explicando lo que aquí ha ocurrido desde tiempos medievales. Es un universo dentro de otro universo. Ha sucedido tanto, tantas cosas, ha tenido tanta relevancia en la historia local, que ese conjunto de edificios, ese espacio ocupado por el jardín, esconde precisamente aquello de lo que yo hablaba en alguna ocasión, eso que no percibimos habitualmente, pero que está ahí, la verdadera historia de este pueblo.
Un turista llega, le parece bonita, incluso preciosa. Piensa, como todos, que sobran los coches, pero no ve nada más. Un cuarto de hora y sigue caminando. Hablo de la plaza como conjunto y lo que encierra en sí misma. Sin embargo si analizamos los elementos de que se compone, y lo que ya no está, pero estuvo, pueden imaginar lo que guarda en sus entrañas. En primer lugar el castillo, el eje central del espacio, piensen en lo que da de sí la historia de la fortaleza desde su construcción en el siglo IX como germen de Cehegín y lo que ha sido después, a lo largo de los siglos, hasta las vidas en las casas adosadas al mismo, o la escuela de doña Josefa Zaragoza en una de las torres a principios del siglo XX.
La parroquia de Santa María Magdalena, es otro elemento principal de la plaza mayor, el más importante. Se necesitarían muchas y muchas horas para analizar la historia de la parroquia en todas sus vertientes históricas, religiosas, sociales, arquitectónicas, qué se yo. El Palacio de los Fajardo, daría para varias conferencias en muchísimos aspectos dentro de la historia, la sociedad, el arte, etc. El Ayuntamiento Viejo, otro espacio que, por sí solo ya es digno de mención. Piensen en todo lo que ha sucedido en ese lugar, las decisiones que se han tomado allí desde el año 1676, de qué manera ha repercutido en la historia de Cehegín. Los soportales, cuyas columnas son del siglo XVIII y todo lo que han supuesto y lo que ha sucedido entre ellas desde aquel tiempo hasta hoy en día, comenzaron como palco para que la nobleza viera los festejos sin mezclarse con el pueblo llano y acabó como asiento de las carnicerías. Hay mucha historia aquí.
No, la plaza del Castillo no es solo lugar de llegar, mirar, ver e irse, la plaza del Castillo contiene una información que daría par escribir varios libros. Es algo maravilloso, un compendio que aglutina la historia de Cehegín en esos metros que coronan la ciudad. Cehegín es una maravilla, y la plaza Mayor también. Solo hay que mirarla con otros ojos, pensar en lo que encierra y que alguien te enseñe a conocerla. Repito, es un universo dentro de otro universo.
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