Según indican los padrones municipales de habitantes, en el año 1899 -nueve años después de llegar las Hijas de la Caridad de San Vicente Paul a Cehegín- había en el Hospital de la Real Piedad nueve asilados, todos naturales de Cehegín, a excepción de Pedro Friginal Cerezo, que era natural de Montoro, en Córdoba. El resto de internos eran Isidra Ibáñez, Catalina Jiménez, Catalina Caballero, Rosa de Egea, Juana Corbalán, Encarnación Navarro, Marcos Ortega y Francisco Albarracín.
En cuanto a las dichas Hijas de la Caridad, había siete en la comunidad, cuyos nombres eran sor Eugenia Dufayard, natural de Allebard, Francia; sor Loreto Pavía, de Méjico; sor Ursula Sánchez, de Lorca; sor Concepción Mauriño, de Santa Eulalia, Oviedo; sor Gracia Ortiz, de Cartagena; sor Irene Martínez, de Morqueruela, Teruel; y sor Concepción Cossín, de Beltéjar, Soria. Asimismo vivían dos sirvientes y una bordadora, que eran, respectivamente, Victoria Escudero, de San Javier, Murcia; Elisa Tilves, de Cartagena (Murcia) y Visitación Monje, de Béjar, Salamanca.
Hacia el año 1900, el Hospital de la Real Piedad tenía marcado el nº 24 de la calle Mayor. El edificio había sido propiedad de don Pedro María Chico de Guzmán, que murió sin descendencia por la pérdida de su único hijo, don Ramón, el día 7 de febrero de 1876, en Madrid. Decidió, pues, el que fuera III conde de la Real Piedad, que su casa quedase como asilo de pobres necesitados.
«Es mi voluntad se establezca a mi fallecimiento en la casa de mi habitación, situada en la placeta del Sol de la referida villa, un hospital de hombres y mujeres…»
Testamento de don Pedro María Chico de Guzmán
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