Se movió la tierra en Cehegín. De hecho, fue uno de los lugares del país donde más sintió la sacudida del terremoto con magnitud 5,2 en la escala de Richter que ayer se localizó en Ossa de Montiel (Albacete). Así lo certifican los datos que maneja el Instituto Geográfico Nacional (IGN) que sitúa al municipio ceheginero entre los sitios donde más se apreció la intensidad sísmica (EMS), con un valor entre III-IV, sólo superada por el área del epicentro, y al mismo nivel que las localidades de Campo de Criptana y Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, o Povedilla y Riópar, en Albacete. Lo más importante es que no hubo heridos, ni se produjeron daños importantes.
Y es que el susto que se llevaron muchos cehegineros estuvo más que justificado cuando, apenas pasadas las 17,16 horas, percibieron en sus casas o lugares de trabajo que se movían ventanas, estanterías y algunos objetos durante algunos segundos, a la vez que se oía el ruido de las paredes. Una intensidad calificada oficialmente entre leve y moderada, aunque también inapreciable en la calle. En un escalón menor se sintió en otros puntos de la Región, como la propia capital murciana, o incluso núcleos vecinos como Bullas y Mula, entre otros, tal como recogen las tablas del IGN.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que dentro del radio de acción geográfica en el que se notó el terremoto, el centro y sureste de España, Madrid se llevó la palma en cuanto al desconcierto de los ciudadanos, tal como reflejaron las llamadas a emergencias, seguido del resto de provincias manchegas. Una evidencia que se explica principalmente por ser zonas menos acostumbradas a los movimientos sísmicos. También se apreció en muchos puntos de la Comunidad Valenciana y de Andalucía. Aunque en todos estos casos los temblores fueron catalogados sólo de forma leve.
Los servicios de Sismología del Instituto Geográfico detallaron que el terremoto se produjo a una profundidad de unos 14 kilómetros, con una magnitud moderada-fuerte en el ámbito de su epicentro en la pequeña localidad de Ossa de Montiel. Posteriormente, se han ido produciendo distintas réplicas pero ya con una escala menor entre 2 y 3.
La organización político-ecologista Equo no quiso pasar por alto que en la zona próxima al epicentro del movimientos sísmico hay concedidos permisos para la explotación bajo la técnica de la llamada fractura hidráulica o «fracking». Algo que puede intensificar el debate en la calle sobre la idoneidad de este sistema de aprovechamiento energético de gas.
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