La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente insiste en la necesidad de que los trabajadores de la agricultura y, sobre todo, aquellos que trabajan en invernaderos, extremen las precauciones ante la intensificación de la ola de calor y conozcan los síntomas de problemas provocados por las altas temperaturas como calambres, agotamiento, respiración corta y rápida, pulso débil, confusión, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, desmayo y rápidamente avisen a los servicios de emergencia, 112.

La titular del área, Adela Martínez-Cachá, explica que es fundamental realizar descansos en zonas frescas, beber agua cada 15/20 minutos, cubrirse la cabeza con gorro o sombrero cuando se está al aire libre y organizar el trabajo para reducir el tiempo y la intensidad de la exposición solar. Y es que el trabajo en invernaderos y en el campo se ve especialmente afectado por condiciones que propician el estrés térmico, que es la carga global de calor del organismo que resulta de la combinación del calor generado al trabajar, el calor ambiental y el tipo de ropa.

La responsable de Sanidad subraya que “ante la subida de temperaturas hay que tener especial cuidado con las personas mayores, los niños y aquellos pacientes que sufren patologías crónicas, pero especialmente con las personas que desarrollan actividad física al aire libre durante las horas centrales del día”.

Así, para prevenir golpes de calor u otras situaciones derivadas de las altas temperaturas se aconseja, beber abundante agua; usar ropa ligera; permanecer en lugares frescos, a la sombra; bajar las persianas para que no entre el sol directamente; y evitar comidas copiosas, así como hacer deporte en las horas centrales del día.

También desde la Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo subrayan la labor preventiva que desde el Instituto de Seguridad y Salud Laboral se lleva a cabo y que está demostrando su eficacia, “pues hemos pasado de 48 trabajadores afectados por estrés térmico en 2003 a 3 en 2015”. «Estas cifras», añadió, “ponen de relieve que las medidas preventivas están funcionando y que tanto el empresario como el trabajador cada vez están más sensibilizados». En los últimos cinco años, ha habido 14 trabajadores afectados por estrés térmico en la Región.

Desde el Instituto de Seguridad y Salud Laboral se realiza todos los años una campaña informativa con 2.000 folletos en español y árabe dirigida a trabajadores que desarrollan su actividad al aire libre o en contacto con fuentes de calor. Asimismo, se trabaja en el proyecto ‘Exposición laboral a estrés térmico’, cuyo objetivo es conocer, con datos, las temperaturas que se registran en ciertos puestos de trabajo sensibles al estrés térmico, y estimar los consumos metabólicos de cada una de las actividades midiendo las temperaturas de los invernaderos y la frecuencia cardíaca de los hombres y mujeres que allí trabajan. Actualmente, el proyecto, que se ha iniciado en invernaderos, se encuentra en fase de recogida de datos.

En estos momentos hay cinco personas ingresadas en los hospitales de la Región con diagnóstico de golpe de calor. Dos de ellos, dos hombres, uno de 26 años y otro de 55 años permanecen en estado crítico en las UCI de los hospitales de Santa Lucía en Cartagena y Rafael Méndez de Lorca, aunque con evolución favorable ambos. Además, hay tres pacientes más que han salido de la UCI, con evolución favorable.

Igualmente, según se desprende de los datos del SMS, a lo largo del mes de julio se ha registrado un incremento asistencial en los servicios de urgencias hospitalarios del 10 por ciento aproximadamente que podría estar relacionado con la subida de temperaturas.

Desde el Servicio de Sanidad Ambiental de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Consejería de Sanidad, se mantiene activo desde el pasado 1 de junio, y hasta el próximo 15 de septiembre el Plan de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud con el objetivo de informar a la población y monitorizar a los afectados por calor durante la vigencia del Plan.