Hoy es San Valentín, dónde quiera que vayamos nos encontraremos con cupidos, flechas y, sobre todo, corazones, muchos corazones. Pero, ¿por qué San Valentín? y ¿por qué hoy? Durante los primeros años del cristianismo, siendo Claudio II Emperador de Roma se prohibió que los soldados romanos estuvieran casados, ya que se pensaba que los solteros eran mejores soldados, al no tener en la cabeza más menesteres que los propios de la lucha. Cuenta la leyenda que San Valentín ponía en riesgo su vida al saltarse esa prohibición y unir a las parejas en matrimonio. Lo de la asignación de la celebración a este día concreto tiene mucha más incertidumbre, pero parece que tiene que ver con una creencia popular durante la Edad Media de que las aves comenzaban a aparearse cada año a partir del 14 de febrero. Por lo tanto, también habría un componente relacionado con la Naturaleza en lo que celebramos hoy.
Y ya que hablamos de Naturaleza y de San Valentín, me gustaría comentar una de esas curiosidades del medio natural que cualquier otro día no sería más que una mera anécdota, pero que cobra especial interés en el día de hoy. Me refiero a las estética formas de corazón que aparecen en la Naturaleza durante la cópula de las libélulas. A poco que nos paremos a observar un río o una charca podremos ver revoloteando algunas libélulas, también conocidos como odonatos o popularmente como helicópteros. En la primera fase del apareamiento, el macho (individuo azul en la imagen) trata de agarrar la cabeza de la hembra con unos apéndices que se encuentran al final del abdomen. A esta posición se la conoce como “posición de tándem”. Entonces, el macho levanta su abdomen doblando hacia abajo su extremidad, con el objetivo de incitar a la hembra. Si ella está lista para aparearse, desplaza el abdomen hacia delante y coloca el extremo del mismo en la base del apéndice del macho, formando con sus cuerpos esa figura tan característica que recuerda a un corazón.
Hay dos tipos de odonatos, los caballitos del diablo (o zigópteros), finos y estilizados (como los de la foto), y las libélulas propiamente dichas (o anisópteros) que son mucho más robustas. Las larvas de estos insectos son acuáticas y son consideradas como unos de los depredadores más feroces de entre los que habitan ríos y estanques, pudiendo incluso alimentarse de pequeños peces o renacuajos. Aquellos que estén interesados en el estudio de este grupo de insectos tan vistosos e interesantes están de suerte, ya que ANSE acaba de publicar el primer atlas de los odonatos de la Región de Murcia. Se puede descargar gratuitamente en el siguiente enlace.
https://www.asociacionanse.org/descarga-guia-peces-y-atlas-odonatos/20190131
Mandango 14 febrero, 2019 a las 8:43 am
Brutal, siempre aprovechando el mejor momento para divulgar Crack!!