Encarnación Guillén Abellán

Maestra y pedagoga. La Ñora (Murcia)

 

Ana y Antonio permanecían muy calladitos durante las palabras que dirigió Santi García Cánovas a los asistentes a la exposición en Cehegín de su colección ‘Quintaesencia’. Tras unas sentidas palabras, la artista nos invitaba a pasar a la sala contigua y contemplar su obra. Nuestros dos amigos, muy formalitos, de la mano de su madre, imitaban a los mayores…Pasado el tiempo razonable y el dominio del espacio, les hizo tomar confianza y moverse libremente por la exposición.

Jugaban por la sala de la Fundación Cajamurcia, parecían ausentes, como si aquello no les dijese nada…, sus padres, en una tarde de viernes, les llevaban a un ambiente y actividad de adultos.

Como pedagoga jubilada podía reaccionar ignorando la existencia de Ana y Antonio en la sala, pero era el momento justo para estimular la comunicación y enriquecerme con la expresión de sus sentimientos y no podía desaprovechar la ocasión. ¿Qué pensarían Ana y Antonio ante lo que veían? ¿Cuáles eran sus percepciones? ¿De qué sentimientos les hablarían esas obras?

Abordé primeramente a otra niña, que atenta me escuchó, cogidita de la mano de su madre para que me hablara del cuadro que más le había gustado…¡desapareció y no volví a verla!

Ana fue sumamente receptiva. Juani, su madre, sonreía complacida contemplando a su hija. Antonio se sintió importante y quiso participar imitando a su hermana.

«El arte es un modo de conocimiento del universo» (Leonardo Da Vinci)

«Ver es pensar» (Rudolph Arnheim)

¿Despertaba curiosidad e interés la obra de la pintora para Ana y Antonio? ¿Cómo sentían, cómo pensaban o cómo veían lo que yo veía?

Ana de Gea Hernández, de 7 años, destaca lo que ella denomina como ‘La Sirenita’: «Es un cuadro muy bonito. Es algo de niños. Los colores son claritos. Es un cuadro que relaja mucho, porque nada relaja. Si lo contemplara en mi habitación, lo haría escuchando una música relajante».

De la obra ‘Danza del fuego’ destacó: «La chica es muy bonita. La música que la acompaña es muy fuerte porque indica fuego. En otros momentos sería una música suave porque es una escena de ballet. Le acompañaría un piano».

Antonio de Gea Hernández, de 5 años, cree que el cuadro ‘Danza de fuego’ está realizado con un pincel y unas acuarelas. Que la chica baila tranquila y que el traje le gusta porque tiene colores ‘chulos’. Y que acompañaría contemplando el cuadro una música como de ballet, porque no le va la música de percusión porque sonaría raro».

Y el cuadro ‘Alfarero de mundo’ lo define diciendo que esas manos abren el mundo buscando por si hay una «cosa chula»…, por si hay alguna moneda».

Expreso mi admiración y gratitud a los padres de Ana y Antonio por permitirme dialogar con sus hijos. Asombrosamente poéticos. Ega.