Pedro Abellán Ródenas
Doctor en Biología e Investigador en la Universidad de Nueva York
ceheginnaturaleza@gmail.com
No muy lejos del núcleo urbano de Cehegín se encuentra El Saltador, uno de esos parajes con encanto pero desconocido incluso para muchos de sus habitantes. Este rincón se esconde en el extremo noroeste de la Peña Rubia, en su límite con el Cerro de Mai Valera, y debe su nombre a las imponentes paredes por las que se descuelga el Barranco del Saltador a través de un tobogán rocoso de varias decenas de metros.
Aunque este barranco solo lleva agua cuando llueve, no es difícil imaginarse la impresionante cascada que debe formarse en esas ocasiones. Semejante desnivel abrupto del terreno se debe a la presencia de una falla geológica, es decir, de una fractura del terreno a lo largo de la cual se produce un desplazamiento relativo de los dos bloques. En este caso se trata de lo que los geólogos denominan falla normal, en la que el desplazamiento de los bloques se produce a lo largo de la vertical, y las rocas de un lado se hunden con respecto a las rocas del otro lado.
En el caso del Saltador, esta falla ha generado una impresionante pared caliza de materiales del Jurásico (hace 200-145 millones de años). De hecho, la existencia de esta falla, y otros elementos geológicos interesantes, como la presencia de abundantes fósiles y distintos tipos de materiales litológicos, hacen de ésta una zona fascinante desde el punto de vista geológico (el interesante blog de Carlos Durán ofrece más detalles sobre esta falla y la geología de la zona). No en vano, se localiza en uno de las zonas catalogadas como Lugares de Interés Geológico de la Región de Murcia, que son áreas que destacan por su importancia dentro de la historia geológica de la Región.
Además de ser una zona muy interesante desde el punto de vista geológico, El Saltador ofrece otros valores naturales. Por ejemplo, estas zonas de roca madre verticales o de gran pendiente presentan unas condiciones tan adversas, como la escasez de suelo y de agua, que sólo unas pocas especies de plantas son capaces de sobrevivir. Se trata de la vegetación de roquedos, que forman plantas muy especializadas y adaptadas que han sabido sacar ventaja a estas condiciones tan desfavorables para la mayoría de las plantas.
Un ejemplo son los Zapaticos de la Virgen (Sarcocapnos enneaphylla), una pequeña planta de flores blancas que podemos encontrar en las paredes calizas verticales de El Saltador. Además, el resguardo y la umbría que ofrece este rincón constituyen un ambiente favorable para la presencia de diferentes especies más raras en los alrededores. Entre ellas, es especialmente abundante aquí la sabina mora (Juniperus phoenicea), aunque encontraremos también otros arbustos como zarzaparrilla (Smilax aspera), aladierno (Rhamnus alaternus) y cornicabra (Pistacia terebinthus).
Y El Saltador es también una zona que supura historia. En este paraje y sus alrededores se concentran varios yacimientos arqueológicos que nos retrotraen a los orígenes de la presencia humana en la zona. Se localizan aquí varias cuevas en las que se han encontrado restos (algunos de enterramientos) de la Edad del Cobre, a la que los arqueólogos llaman Eneolítico o Calcolítico, que corresponde al tercer milenio antes de Cristo. Entre ellas destacan la Cueva del Saltador y la Cueva de las Ruinas, en la parte este del paraje. Muy cenca de esta zona se encuentra también el Morro de la Cerámica, una pequeña elevación entre El Saltador y la autovía, con restos de un asentamiento argárico, es decir, de la Edad del Bronce (segundo milenio antes de Cristo).
En el Museo Arqueológico de Cehegín se pueden encontrar algunos de los restos encontrados en estos yacimientos, y la Carta Arqueológica de Cehegín ofrece más información sobre ellos.
Para terminar, es importante mencionar que, a pesar de los valores naturales y culturales que atesora este paraje, la sombra del ‘ladrillo’ lo sobrevoló hace algunos años. El proyecto denominado Argostalia (o Argostea) planeaba situar en esta zona un centro comercial y distintas infraestructuras turísticas que habrían amenazado seriamente estos valores. Por fortuna, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha desinflado también éste proyecto, cuya ubicación no podía ser más inadecuada.
……………………………………………………………………………………..
Pies de fotos y figuras:
Foto 1. Vista del paraje desde el lecho del Barranco del Saltador
Foto 2, Localización de El Saltador. Mapa topográfico 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional
Foto 3. Zapaticos de la Virgen sobre un talud vertical calizo.
Foto 4. Paredes calizas por las que se descuelga el Barranco del Saltador. Se aprecia también el acueducto del Canal del Taibilla.
Aún no hay comentarios en este artículo