La consejería agricultura desarrolla en el Centro de Demostración y Transferencia Tecnológica de Calasparra un programa de mejora genética del ciruelo japonés (prunus salicina) con el objetivo de obtener nuevas variedades adaptadas a la Región y satisfacer las necesidades del sector.
El ensayo se inició hace 3 años en cinco hectáreas, distribuidas en 12 parcelas en las que se trabaja para conseguir frutos de maduración temprana; de elevada calidad en cuanto a textura y sabor; con autocompatibilidad floral y resistencia al virus de la sharka, lo que se considera indispensable para asegurar el futuro y la rentabilidad de este cultivo.
En el proyecto participan técnicos e investigadores del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC).
España es uno de los principales productores mundiales de ciruela debido, entre otras cosas, a la buena adaptación de las variedades de ciruelo japonés a sus condiciones climáticas y a la posibilidad del cultivo de variedades precoces, que permiten producciones en mayo y junio, lo que evita en gran medida la competencia en los mercados europeos, con las consiguientes ventajas económicas.
No obstante, en los últimos cinco años se ha producido una disminución de la superficie cultivada, tanto en la Región de Murcia como en la Comunidad Valenciana, que han perdido más de 1.000 hectáreas cada una.
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