La asociación Animay que gestiona el Centro de Día ‘Virgen de las Maravillas’ de Cehegín conmemora el Día Mundial del Alzheimer con varios actos esta semana. Bajo el lema ‘El corazón no olvida’ se quiere hacer hincapié en que las emociones y la afectividad se mantienen vivas en las personas afectadas por esta enfermedad. Este mismo lunes 21 de septiembre se va a realizar la lectura de un manifiesto en la Plaza del Mesoncico, a las 12.00 horas.
Desde el Centro de Día, donde se acompaña diariamente a unas 15 personas afectadas por esta enfermedad, entre el total de usuarios existentes, se han programado una serie de actividades dirigidas a concienciar a la sociedad sobre este tipo de deterioro cognitivo, que destruye buena parte de las funciones de la mente, aunque la capacidad afectiva y de sentir emociones se mantiene en el enfermo hasta el final de su vida.
Un descubrimiento que está avalado por diversas investigaciones y además por la experiencia que desde el propio centro se tiene en el acompañamiento a las personas mayores. Por ello, el cuidado, acompañamiento y estimulación suponen un reto impresionante en el que juegan un papel fundamental las emociones y el bienestar íntimo del enfermo.
La siguiente cita establecida por Animay tendrá lugar el miércoles 23, a las 21.30 horas, cuando se va a realizar un cine-fórum en las instalaciones del Centro, con la proyección de la película ‘Siempre Alice’, que cuenta la historia de una enferma de Alzheimer interpretada por la premiada actriz Julianne Moore.
Para cerrar la semana, el viernes 25 a las 19.00 horas, bajo el título “El corazón no olvida”, se va a ofrecer una charla informativa a cargo de Laura Caballero (psicóloga) y Aurora Martín (Educadora social), miembras de la Asociación Alzhad de Bullas.
Hay que tener en cuenta que la enfermedad de alzheimer afecta en la actualidad a más de 600.000 personas en España y ocupa a más de 4 millones entre cuidadores, familiares e instituciones. Por ello, supone uno de los mayores retos humanos que tiene que afrontar nuestra sociedad y además con los consiguientes efectos sociales, sanitarios y económicos que conlleva. Actualmente no tiene cura y para su atención se aconseja un equilibro entre ciertos medicamentos y un acompañamiento que mezcla terapia y afectividad.
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