El ceheginero Antonio Puerta se quedó esta vez sin triunfo en la tradicional corrida de las fiestas patronales. No fue la tarde del joven diestro local, que se marchó del coso cabizbajo, tras cosechar una sola oreja ante el toro que cerraba plaza. Sus compañeros de terna, el rejoneador Diego Ventura y el matador Miguel Abellán cortaron, en cambio, dos orejas y rabo, y tres orejas, respectivamente. Los toros estuvieron bien presentados.

Después de un sentido acto de homenaje al torero Víctor Barrio, fallecido recientemente, la tarde echó a andar ante un tercio de plaza con el toreo a caballo de Diego Ventura, quien en su primero no logró brillar ante el ejemplar de la ganadería de Los Espartales. Y aunque el público quiso reconocerle su voluntad con una amplia petición de oreja, el presidente del festejo se mantuvo firme y no concedió el apéndice, que hubiera resultado inmerecido.

En su segundo, la principal figura actual del rejoneo, sí puso toda la carne en el asador, echando el resto con sus mejores caballos, ‘Sueño’, ‘Chavela’ y ‘Remate’. Desde el primer momento, montó el escándalo en los tendidos. Quiebros y más requiebros que cautivaron al respetable, en un espectáculo único con las banderillas. Tras un rejonazo en todo lo alto, los tendidos estallaron de júbilo para pedirle los máximos trofeos.

Por su parte el diestro madrileño Miguel Abellán exhibió toda su experiencia y buen hacer ante las reses de la ganadería de Albarreal. En su primero, toreó despacio y con gusto, pese a lo molesto de alguna racha de viento, aunque la faena fue de más a menos al ir viniéndose abajo el astado. Obtuvo una oreja.
En su segundo, cuajó una gran faena, sintiéndose muy a gusto, sobre todo destacaron los naturales que levantaron grandes olés entre el respetable. Al final, como premio dos merecidas orejas.6

Por último, Antonio Puerta no pudo cumplir el sueño anhelando de volver a triunfar en su plaza. En su primero, nunca se sintió cómodo, detectándole al animal algún problema en la vista en los primeros lances con el capote. El toro se quedó muy parado tras los dos puyazos recibidos, y apenas pudo sacarle algunos intentos de pases. Mató mal. Silencio.

En el que cerraba plaza, el matador de Cehegín tampoco logró acoplarse ante un toro con una embestida brusca que dejaba poco margen para el lucimiento. Puerta daba muestras de no poder sacarle nada. Y aunque quiso justificarse que los suyos, quedó claro que no era la tarde de Antonio. Y él fue el primer consciente de ello. Al final, no quiso pasear la oreja que le concedió generosamente el público.
Pero la vida sigue. Y este lunes tiene una tarde para la revancha en la Feria de Murcia, frente a dos leyendas como Enrique Ponce y El Juli. Suerte y a por todas.