Es bien sabido que la revolución de 1868, llamada ‘La Gloriosa’, acabó con el reinado de Isabel II, que hubo de exiliarse y fijar su residencia en Paris, en una suntuosa mansión que se denominó ‘Palacio de Castilla’ en el cual montó una minicorte con los cortesanos españoles que la siguieron.
La caída de Isabel II fue el resultado del malestar existente entre todo el pueblo español pero enrarecido por tantas camarillas, partidos, facciones, envidias, entre los militares, etc…, aunque la reina fuera un permanente exponente de magnanimidad, generosidad y beneficencia, sin referirnos a su desgraciada vida privada.
El día 30 de septiembre abandonó la reina el territorio nacional, se constituyeron Juntas Provinciales, pero fue la de Madrid la que arrogándose facultades de Junta Suprema y Soberana fue dictando órdenes, se disolvieron las Juntas Provinciales y se constituyó un Gobierno Provisional formado por unionistas y progresistas, con ausencia de demócratas, esto es: del pueblo.
Después de tanto, los partidos aceptaban el sistema monárquico aunque también la República si las Cortes optaban por ella.
Había, pues, que convocar a Cortes Constituyentes que se proclamarían el día 11 de febrero de 1869, previas las elecciones correspondientes y salieron elegidos por mayoría los diputados progresistas; después, los unionistas y los monárquico-democráticos, o sea los ex-republicanos. Los isabelinos no votaron.
Y al aprobar la Constitución de 1869 como forma de gobierno una monarquía sin rey, se nombró una Regencia que recayó en el General Serrano.
Pero el objeto de estas líneas es contar algo sobre aquellas elecciones en Cehegín.
Diremos que con fecha de 1 de enero de 1869, quedó constituida la nueva municipalidad, o, como decimos hoy, la Corporación Municipal, integrada por dieciocho ediles, de los cuales trece procedían de la anterior y los cinco restantes en virtud de “sufragio y escrutinio” celebrados el día 23 de diciembre anterior. Los alcaldes 1º, 2º y 3º fueron elegidos por votación secreta y en el mismo orden los quince concejales a los pertinentes efectos de prelación, todo entre ellos.
En aquella legislatura municipal fue primer Alcalde don Gregorio Egea y Buenafé, que actuaría hasta el 1 de enero de 1872. Se convocaron Elecciones Constituyentes y, en la sesión extraordinaria pública celebrada el día 6 de enero por la Corporación se confirmaron los tres colegios electorales y se designaron los doce vecinos electores, cuatro por cada colegio y las actas correspondientes se levantaron el día 18 de enero, último de votación de los tres señalados (16, 17, 18).
Tenemos el acta correspondiente al colegio electoral del Santo Cristo (tercer distrito), con el siguiente resultado:
– Jacobo Tamayo y Conegero – 560 votos
– Ramón Chico de Guzmán y Ortiz – 554 votos
– Juan Contreras y Román – 427 votos
– José Posada Herrera – 343 votos
– Antonio Cánovas del Castillo – 343 votos
– Francisco Miras y Carrasco – 340 votos
– Feliciano Herreros de Tejada – 108 votos
Como observará el lector ,siete pesos pesados competían por escaño en este partido; no tengo datos de quiénes salieron diputados en esa conflictiva legislatura pero sí de que nuestro don Ramón Chico de Guzmán no sería diputado al Congreso hasta el año 1872 en que lo fue por Alcázar de San Juan, con 5079 votos en un censo de 6265 votos; derrotando a don Estanislao Figueras que luego sería Presidente de la I República Española en 1873.
En aquella legislatura tuvo don Ramón muy brillantes actuaciones como orador parlamentario y desde las filas de Cánovas del Castillo, el llamado Partido Unionista, procedente del Liberal-Conservador.
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