El grupo C’s en el Ayuntamiento de Cehegín explica en una nota de prensa por qué ha votado con contra de los presupuestos presentados por el gobierno del PSOE. Según su portavoz, Jerónimo Moya «son unos cuentas que llegan siete meses tarde, en línea con la inoperancia de la que viene haciendo gala el equipo de gobierno, y a los que no podemos más que calificar de decepcionantes e inapropiados para las necesidades de Cehegín. No aportan nada nuevo a la política municipal, son continuación de las políticas del PP y no hay inversión en el tejido productivo del municipio».
Según Moya, «tampoco están orientados en incidir sobre los principales problemas de Cehegín: el desempleo, la falta de oportunidades para los habitantes de nuestro municipio o el alto endeudamiento del consistorio. Son unos presupuestos inflados para cuadrar los gastos que seguirán generando déficit a las arcas municipales como viene ocurriendo en los últimos años. El gobierno del Sr. Rocamora vuelve a mostrar su ineficacia e inmovilismo, mirando al pasado y a la pesada mochila dejada por la anterior corporación. Éste no es el cambio de rumbo que necesita Cehegín».
El portavoz de la formación naranja insta al PSOE a que «sea valiente e invierta en los sectores productivos, mirando por las necesidades de los cehegineros. No puede usted seguir gastando, solo unos meses después de llegar a la alcaldía, 350.000 euros en las fiestas y olvidar en su primer presupuesto la agricultura, el comercio, las pymes, el sector industrial, la hostelería, el turismo,… actividades que necesitan el impulso y el apoyo de la administración y que son los verdaderos generadores de empleo. Pongamos a su disposición las herramientas necesarias, creemos el entorno adecuado, facilitemos su trabajo y la recuperación económica y el empleo será un hecho».
Por último, «pedimos al Sr. Rocamora que practique el diálogo como una herramienta de primer orden para facilitar la gobernabilidad del consistorio, recordándole que no tiene mayoría absoluta y que necesita del apoyo de la oposición para poder gobernar. Un diálogo que ha brillado por su ausencia en el primer año de mandato».
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