La conferencia ‘D. Daniel Jiménez de Cisneros y Hervás: Anécdotas y testimonios de un hombre excepcional’ forma parte del III Ciclo ‘Personajes Ilustres de la Ciencia en Murcia’ y será pronunciada, mañana a las 19:30 horas en el aula de cultura de Cajamurcia de Caravaca, por el académico de número de la Academia de Farmacia Santa María de España de la Región de Murcia, Fernando P. López Azorín.
El caravaqueño Daniel Jiménez de Cisneros está considerado uno de los paleontólogos, geólogos y naturalistas más importantes del primer tercio del siglo XX. Dedicó gran parte de su vida a la docencia y al estudio científico, con un método basado en la observación directa, que le valió grandes logros y numerosos éxitos. Publicó alrededor de 200 artículos, muchos de ellos en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, y formó una importante colección de fósiles y objetos arqueológicos resultado de sus numerosas excursiones.
El alcalde, José Moreno, ha recordado que «dentro del ámbito académico, la aportación de Jiménez de Cisneros ha sido reconocida y tenida en cuenta a lo largo de los años, pero sigue siendo bastante desconocido en la sociedad murciana y también entre sus propios paisanos, los caravaqueños». Y ha añadido que además de esta charla, se va a publicar un libro que acerque al gran público «la brillante y prolífica trayectoria de una persona que entregó su vida al estudio científico y al trabajo pedagógico».
Daniel Jiménez de Cisneros y Hervás nació en Caravaca el 16 de abril de 1863. A los pocos años y, a causa del trabajo de su padre, comenzó a residir en diversos lugares, pero nunca perdió la relación con su ciudad natal en la que pasaba algunas temporadas con relativa frecuencia.
En 1884 vuelve nuevamente fijar su residencia en Caravaca al obtener un puesto como maestro en el Colegio ‘La Santa Cruz’ donde permanecerá hasta mediados de 1886 cuando se marcha a Madrid y se doctora en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid. Posteriormente obtuvo la Cátedra de Historia Natural del Instituto Jovellanos de Gijón y, en 1903, la del Instituto alicantino. En 1913 se le concedió una pensión para el estudio de los museos de ciencias naturales de Suiza, Italia y Francia.
Jiménez de Cisneros y Hervás escribió un libro de memorias titulado «Por tierras de Murcia (1872-1892)». En él dedica varias páginas a Caravaca, describiendo su vida en el colegio, la personalidad de los profesores que impartían clases en él y de algunos personajes relevantes con los que se relacionó.
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