La compañía del sindicato UGT interpreta esta tarde en Cehegín la comedia ‘Juegos prohibidos’ de Alberto Miralles, dentro del XII Certamen de Teatro Aficionado. Será a partir de las 20.00 horas en la Casa de la Cultura. Un montaje que ya tenido varios reconocimientos al resultar ganadora del Certamen de Teatro de San Pedro del Pinatar, así como también el Primer Premio, Mejor Escenografía y Mejor actor en el Certamen Nacional de Teatro Aficionado ‘Ciudad de Platero’ en Moguer (Huelva).

La obra, dirigida por Jorge Fullana, se ambienta en la España de los años 50 y 60 del pasado siglo. La madre superiora, doña Severiana, sermonea a unos niños de enseñanza media que asisten entre divertidos y amedrentados al discurso, deseando que pase pronto para poder fumar a escondidas. El colegio desdobla en dos, un femenino y otro masculino. Los chicos y las chicas están completamente separados pero un pequeño grupo encuentra una gruta que comunica ambos pabellones. Juntos experimentarán sus primeros escarceos amorosos, hablarán de sexo, de misticismo y de las mentiras que van descubriendo de los mayores.

El oscuro secreto es la chispa que desata un plan para vengarse de sus opresores. Entre todos confabulan un plan contra la gris realidad que les quieren imponer. En venganza contra los profesores y las monjas del colegio, alteran la representación de la obra de teatro del colegio para ser signo de libertad y rebeldía.

UGT Teatro consigue brillar con esta obra de Alberto Miralles (Elche, 1940-2004), uno de los nombres imprescindibles del teatro independiente español del último tercio del siglo XX y uno de los fundadores de la Asociación Española de Autores de Teatro, de la que fue presidente. En ‘Juegos Prohibidos’ (en origen denominada «Argumentos» y posteriormente ‘El Crepúsculo del Paganismo Romano’), el autor ilicitano nos narra una tierna y a la vez mordaz mirada sobre la preadolescencia de unos niños y niñas de los años 50, usando como marco de desarrollo de la trama las escuelas unitarias de la España franquista.

El espectador se divertirá contemplando con curiosidad la vida de unos niños y niñas que comienzan a vislumbrar que la vida no es lo que sus mayores les cuentan. El descubrimiento del sexo, los primeros cigarrillos y más de una sorpresa fruto de su ingenuidad nos trasladará a una España de colores grises y con olor a rancio que despertará en la audiencia ternura a la vez que un sabor agridulce.