Su nombre torero es Fernández de la Torre pero fuera de la plaza y de los corrillos taurinos, este ceheginero de 22 años es Juan Fran, un estudiante de psicología que desde los 17 años se ha formado en la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia. En declaraciones a ‘La Panorámica’, Fernández de la Torre puntualiza que «fue, exactamente, el 27 de mayo de 2011. Una fecha que nunca olvidaré», dice con emoción.

Otra fecha marcada en su calendario será el próximo 28 de agosto cuando debutará como novillero con picadores en Archena, con José Nicolas y el venezolano Manolo Vanegas. El ceheginero asegura que «espero ese día con mucha ilusión, es un escalón más, un paso importante en mi carrera taurina. Todos queremos llegar ahí. Llevaba dos años esperando este momento. Al ser en Archena, en la Región, sé que me voy a sentir más arropado».

Sobre sus compañeros de cartel, Fernández de la Torre señala que «a José Nicolás lo conozco desde hace varios años porque ha sido compañero mío en la Escuela de Tauromaquia de Murcia, aunque este último año marchó a la de Madrid. Hemos entrenado muchas veces juntos y estoy contento de debutar con él. De Vanegas, el venezolano, solo puedo decir que es el que más novilladas con picadorea ha toreado en 2016 y eso lo dice todo. Espero estar a la altura y que el público disfrute con nuestras faenas».

Pero el presente está hecho con retazos del pasado, más fechas en el calendario que marcan el camino ascendente en la vida del que quiere ser torero. Fernández de la Torre lo sabe, por eso no olvida su primera novillada. «Fue el 18 de marzo de 2012 en Cehegín, con Diego Fernández y Samuel Rodríguez, y los novillos de Ana Romero. Entonces destacaron la frescura del debutante, mi facilidad de improvisación y mi carácter resolutivo. En el primer novillo conseguí dos orejas, en el segundo pinché, pero con los primeros trofeos conseguí salir a hombros de la plaza centenaria de mi pueblo».

Desde entonces, el ceheginero ha toreado 33 novilladas, casi todas fuera de la Región. Otra vez fechas y lugares grabados en la memoria, imborrables. «Recuerdo las dos veces de Málaga; en Almería en 2013 donde corté 2 orejas, después volví en 2014; en la feria de Jaén también corté 2 orejas . Además he toreado en pueblos de Sevilla, de Salamanca, de Madrid,….»

Empezó a ir a los toros con su tía Antonia, hermana de su abuela materna. «El resto de mi familia apenas tenía afición, ahora -dice entre risas- no tienen más remedio. Muchas figuras del toreo no tienen antecedentes taurinos. Aún recuerdo cuando una de las orejas de Pepín Líria nos cayó a mi tía y a mí, y como salimos de la plaza de toros de Cehegín con la ropa manchada de sangre. La conservo, claro, igual que una testuz con sus pitones que también me regaló años después. Pepín es un referente para todos los cehegineros que queremos dedicarnos a esto».