La jornada de clausura del ‘I Ciclo Cultural Taurino’ de Cehegín ha estado dedicada a los más pequeños. Ayer domingo, a las 11:00 horas, fueron recibidos en la sede -ublicada en la plaza de toros- con un almuerzo a base de churros, bizcochos y chocolate caseros.
Después, los niños y niñas visitaron la exposición de fotografía de Paco Sastre y vieron como el matador de toros ‘El Rubio’ herraba la piel de toro.
A continuación, empezó la clase teórico-práctico de toreo y se les explicó a los pequeños por qué un animal tan bello muere en el ruedo. La fiesta taurino-infantil finalizó en el albero con la colocación de un castillo hinchable y un toro mecánico que no paró de funcionar en toda la mañana.
La Junta Directiva del Club Taurino de Cehegín ya trabaja en la organización del segundo ciclo cultural avalados e ilusionados, aseguran, por la buena acogida de esta primera edición. «Queremos agradecer a la afición y al pueblo, en general, todo el apoyo que nos ofrecen en cada una de las actividades que realizamos».
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