Tenemos que estar agradecidos a todos los hombres y mujeres que a lo largo de la historia han hecho de Caravaca lo que hoy es. Me gustaría contribuir como cada una de estas personas a seguir construyendo la Caravaca del hoy y del mañana. Por eso estamos aquí después de 4 años, afrontando el reto con honestidad, con compromiso y sobre todo con ilusión y pasión.
La ilusión es el motor que nos mueve. Ilusión para formar una familia, para iniciar un proyecto. La ilusión que quiero ver en los ojos de todos los caravaqueños, para que volvamos a sentir el orgullo de ser vecinos de la mejor ciudad del mundo, esa que tantos hitos históricos ha conseguido y que ha contribuido a la rica historia de este gran país que es España, que hoy algunos quieren destruir y que por omisión algunos lo están propiciando.
La ilusión es fundamental para decir a esas personas que dejaron de confiar en este proyecto que pueden volver a confiar. Representamos lo que ellos esperan del futuro de su ciudad, para el futuro de su región y para el futuro de su país.
El enorme valor de la ilusión, esa ilusión entendida como una esperanza; como el motor que es capaz de hacernos perseverar frente a las dificultades; como esa capacidad de imaginar un futuro mejor por el que merece la pena luchar. Les invito a todos, a cada uno desde su sitio e ideología, a construir a ese futuro común, todos juntos y no permitir jamás que ese futuro se construya al margen nuestro.
No hay camino que se haga largo si lo que persigues es un sueño; un sueño para trabajar por lo que más quieres y por lo que más respetas: Caravaca de la Cruz.
Quiero contar con todos vosotros, con toda la sociedad local que quiera unirse a este proyecto integrador, en el que nadie sobra y todos sumamos. Nos une y nos impulsa la voluntad de sacar a nuestro municipio de la etapa de mayor estancamiento y retroceso de toda su historia democrática.
Porque cuatro años han bastado. Cuatro años han sido suficientes para comprobar la triste realidad del gobierno socialista.
Por los que vivimos hoy aquí y por los que vendrán mañana, no hay tiempo que perder. Empezamos el cambio para construir la Caravaca dinámica, emprendedora y moderna que todos queremos para nosotros y para nuestros hijos.
Quiero ser alcalde de esta ciudad porque junto con mi equipo vamos a hacer una ciudad y un municipio del siglo XXI, una ciudad con futuro, donde nuestros jóvenes no sólo quieran vivir en él, sino que puedan hacerlo, y puedan hacerlo porque tengan oportunidades. Y estar con la gente, sufrir con la gente, conocer sus problemas y darles solución, no sólo sabemos estar en lo bueno, también sabremos estar en lo menos bueno.
Humildemente creo que nos hemos ganado el derecho a pedir que confiéis en nosotros. Si hemos sido capaces de trabajar desde la oposición, cómo no vamos a ser capaces de reivindicar, de hacer y de conseguir tantas cosas para nuestro municipio.
Creo que con nuestros errores y nuestros aciertos, hemos conseguido cuestiones desde la oposición de las que «sinceramente» podemos estar orgullosos. No es fácil hacer oposición en un pueblo como Caravaca y ejercerla para que nos permitiese ir con la cabeza alta por las calle de nuestro pueblo era fundamental para nosotros.
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