Esta madrugada, a las 00:00 horas de mañana, viernes 12 de mayo de 2023, se pone en marcha la campaña electoral de cara a las próximas elecciones, de 28 de mayo, en las que se configurará la totalidad de la representación ciudadana en los ayuntamientos españoles, además de buena parte de las Comunidades Autónomas que componen nuestro Estado.
Como bien es sabido, nuestra candidatura, conformada por Podemos, Izquierda Unida–Verdes y Alianza Verde, se presenta para optar a la representación que el pueblo de Cehegín decida otorgarnos a través de su voto. Pues bien, en ese marco, por tercera convocatoria consecutiva, los grupos políticos que concurrimos a ella, en Cehegín, hemos tenido hasta tres reuniones mediante lascuales se pretendía organizar, dentro de las actividades de la campaña electoral, un debate público de ideas y propuestas, en el que participasen los distintos grupos políticos que confluyen a estas elecciones, cuyo escenario, como en las dos ocasiones anteriores, convocatorias de 2015 y 2019, fuese la Casa de la Cultura de Cehegín.
Todo parecía estar encarrilado, en el mejor de los sentidos, tras las dos primeras reuniones, pero, hete aquí que, a la tercera, no fue la vencida; a la tercera se concretó la huida: los representantes del Partido Popular de Cehegín decidieron que el formato mediante el cual se realizaría dicho debate no les interesaba; el resto de grupos, tras esas tres reuniones, creían haber consensuado unos mínimos que otorgasen al debate su condición de tal.
De ahí que la sorpresa haya sido mayúscula, jamás se esperaba una estampida como la que ayer se produjese en esa tercera reunión. Estampida que aún nos tenía preparada una última sorpresa desagradable, ya que, a la negativa del PP, y por razones que aún desconocemos, salvo que apelemos al desprecio más absoluto hacia sus adversarios
políticos, el PSOE siguió sus pasos y decidió que el resto de grupos no merecíamos atención alguna.
En definitiva, no es un crimen negarse a debatir en público, no figura como norma de obligado cumplimiento en ninguna parte, ni falta que hace. De nada sirven leyes y normas si lo que hay detrás de grupos y personas es una inconsistencia moral pestilente e interesada y el consiguiente desprecio a la democracia. Hagan sus cálculos, señoras, hagan sus cálculos, señores, especulen con el resultado de esta pusilánime decisión que han tenido. Seguro que a ustedes, señoras, señores de PSOE y PP, las cuentas les siguen saliendo. Hagan como aquella italiana, orgullosa de pertenecer al Fascio, cuando a cada obviedad que decía en sus mítines, tales como, “soy mujer”, “soy madre”, “soy italiana”, levantaba la pasión y el fervor de sus incondicionales seguidores, ahora es presidenta de Italia
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