La Estación del Tren de Calasparra cumple hoy su 150 aniversario. Y es que el 27 de abril de 1865 quedaba finalmente unida la línea Madrid-Cartagena con la apertura de los últimos tramos con Agramón. Una infraestructura con un pasado glorioso y lleno de recuerdos para todos los habitantes de los municipios de la comarca del Noroeste, que tenían en la misma su referente de conexión ferroviaria con Madrid. Sin embargo, el paso de tiempo lejos de llevar a un reforzamiento de sus servicios, ha conducido a un estancamiento cada vez mayor del tráfico que amenaza su futuro.
Incluso, hace unos años emergió en la comarca una plataforma en defensa de la conexión ferroviaria del Noroeste murciano, que poco ha podido hacer para reactivar el tráfico de trenes. De hecho, en la actualidad, Renfe ofrece sólo dos conexiones diarias para el trayecto de ida y una de vuelta en Altaria en la línea entre Cartagena y la capital de España. Desde Calasparra en dirección a las estaciones de Atocha y Chamartín, a las 10.25 y 19.58 horas. Y desde Madrid, con salida a las 7.13 horas, para su paso por el municipio arrocero sobre las 10.51 horas. La duración del trayecto está alrededor de las 3 horas y media.
El Patronato Histórico de Calasparra, tal como informa el ayuntamiento de la localidad, prepara actos conmemorativos para este aniversario conmemorativo, aunque por ahora no ha trascendido la fecha de su celebración. En cualquier caso se trata de una buena ocasión para recordar la importancia que esta línea férrea ha tenido siempre para la comarca del Noroeste.
La Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) propietaria entonces del trazado del cual nacía la derivación en Albacete se encargó de las obras. En 1941, con la nacionalización de la totalidad de la red ferroviaria española la estación pasó a ser gestionada por Renfe, mientras que ahora la titular de las instalaciones es la empresa pública Adif.
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