La Guardia Civil, en colaboración con agentes medioambientales, ha desarrollado en Moratalla la operación ‘Castillicos’ que se ha saldado con la identificación, localización e investigación de tres cazadores, a quiénes se les ha instruido diligencias como presuntos autores de delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por la muerte por disparos -con arma de fuego- de un gavilán común (Accipiter Nisus), una especie protegida de fauna silvestre.
Las actuaciones se iniciaron cuando agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), en el marco de la operación ‘Red Dot’ -desarrollada a nivel nacional para el control y la lucha contra la caza furtiva- prestaban servicio en la comarca del Noroeste y se encontraron en una zona acotada de monte con agentes medioambientales, quiénes les informaron que mientras se encontraban realizaban el seguimiento de un ave rapaz observaron cómo lo habían abatido, siendo tiroteado en pleno vuelo. Al acercarse a la zona con la finalidad de identificar al presunto cazador éste emprendió la huída haciendo sonar una especie de corneta, al parecer, para avisar de la presencia de los agentes a otros cazadores.
Rápidamente se estableció un dispositivo coordinado de búsqueda entre ambos cuerpos, adentrándose en el acotado en el que se produjeron los hechos -una zona de monte de difícil acceso, escarpada y con densa vegetación- por lo que las motocicletas que en ese instante conducían los guardias civiles eran los más idóneos para llevar a cabo la búsqueda de los sospechosos.
Tras varias horas, se pudo identificar a tres personas de una misma partida de caza en el interior del acotado, disponiendo todas ellas de armas largas rayadas y cartuchería para el ejercicio de la caza.
Tras la realización de una exhaustiva inspección técnico-ocular, para recabar todos los vestigios posibles, el animal abatido fue retirado y trasladado hasta el Centro de Recuperación de Fauna y Flora Silvestre ‘El Valle’, de Murcia, para la realización de la correspondiente necropsia, lo que confirmó que la muerte del animal fue ocasionada por efecto de disparo mediante cartuchería de escopeta.
Los investigados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Caravaca de la Cruz (Murcia).
Los autores de este tipo de delitos son castigados con penas de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por tiempo de dos a cuatro años.
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