La mujer de 47 años que el domingo por la tarde sufrió una cornada mortal en el abdomen durante la última suelta de vaquillas de las Fiestas Patronales de Moratalla será enterrada esta mañana.
Según varios medios regionales, Sofía murió por proteger a uno de sus dos hijos. Al parecer, la vaquilla les sorprendió cuando intentaban alcanzar uno de los locales de las peñas donde iban a despedirse de sus familiares y amigos. El marido y el hijo pudieron acceder pero la mochila que ella portaba en su espalda quedó atrapada entre los hierros y el animal la embistió.
Inmediatamente los servicios de Protección Civil del municipio la trasladaron hasta el Centro de Salud, donde fue atendida por el equipo quirúrgico del doctor Ríos, quién ha explicado «que llegó con herida a nivel del pubis que no entraba en la cavidad abdominal, se exploró y se limpió. Todas las constantes estaban bien y con buena tensión, y se trasladó al hospital de Caravaca. Lo que sabemos es que allí, pasado un tiempo se inestabilizó y tuvo que ser intervenida».
Lo cierto es que ni la dirección del hospital ni la consejería de sanidad han emitido ningún informe sobre los motivos del fallecimiento de Sofía que era natural de Moratalla, aunque residía en El Palmar (Murcia) con su marido y sus dos hijos de 15 y 9 años de edad, aproximadamente.
Tampoco hay que olvidar que al final de la tarde del domingo hubo otro herido grave que sufrió una cornada de 15 centímetros en el muslo derecho y desgarro muscular en la pierna izquierda.
El Ayuntamiento de Mortatalla ha decretado tres días de luto oficial. Desde 1967 no se había producido ninguna víctima mortal en los encierros de la localidad.
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