La ciudad de Caravaca de la Cruz y sus habitantes descansan hoy tras una intensa semana de festejos. Anoche, el castillo de fuegos artificiales recordó a los presentes que dentro de unas horas todo volvería a la normalidad. Y, también, que empezaba la cuenta atrás para el ‘Año Jubilar 2017’.
El día de ayer fue de marcado carácter religioso, y desde primera hora de la mañana, la Cruz de Impedidos visitó decenas de hogares. Por la tarde, se celebró la última misa presidida por la sagrada reliquia en la parroquia de El Salvador y, posteriormente, se inició la procesión de subida al castillo, por la que se restituye la Santísima y Vera Cruz a su Basílica-Santuario, donde permanecerá hasta el próximo día 2 de mayo.
La lluvia, que hizo acto de presencia por la mañana, respetó el resto del día y como es habitual, miles de personas acompañaron a la patrona de Caravaca, refugiada en su custodia procesional, que antes de entrar en su relicario de piedra, desde las murallas, bendijo al pueblo y a sus campos.
En las próximas semanas se celebrarán dos cabildos: el primero será extraordinario para aprobar los nuevos estatutos de la Cofradía de la Vera Cruz, y el segundo, de carácter ordinario, se celebrará a finales de junio para elegir a un nuevo Hermano Mayor, aunque hasta ahora no se ha presentado ninguna candidatura.
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