La Semana Santa despega con mucha expectación. El pueblo ceheginero inundó ayer las calles en la celebración del Domingo de Ramos que acogió la Procesión Triunfal de Jesús en Jerusalén. A partir de las 11.30 horas comenzó a llenarse de público el recorrido del desfile en una mañana espléndida de sol con temperatura primaveral. Tras la bendición de las palmas y olivos arrancó la comitiva de nazarenos desde el Atrio del Convento.
Muchos fueron los ciudadanos que cumplieron con la tradición de salir a recibir a’La Burrica’, la gran protagonista de esta jornada. La comitiva estuvo encabezaba por la Banda de Cornetas y Tambores, tras la que desfilaron los miembros de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con el Paso de la Samaritana, obra realizada en 2010 por el imaginero José María Molina Palazón. Seguidamente, fue el turno de los titulares de la procesión, la Cofradía de la Entrada a Jerusalén, cuyo amplio cortejo con decenas de niños, en muchos casos acompañados por sus madres, lo cerraba la imagen de Cristo a lomos de la burrica, una obra elaborada en los Talleres de Olot en 1977. Y, por último, la Cofradía de San Juan Evangelista, con el Paso de San Juan, obra del imaginero Francisco Sánchez Araciel (1900).
El calor hizo brillar a lo grande el Domingo de Ramos. Muchos aprovecharon para disfrutar del aperitivo y la comida en bares y restaurantes. Un ambientazo que se dejó notar a lo largo de la tarde en pubs y cafeterías. De hecho, los locales de la Gran Vía estuvieron repletos de clientes hasta el anochecer aprovechando la luz solar del cambio de hora. Además de los cehegineros, fueron también muchos los visitantes de otros municipios.
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