Todas las carreteras del Noroeste murciano vuelven a estar en perfecto estado para el tráfico tras las nevadas de los dos últimos días. Así lo aseguran los servicios de conservación de carreteras de la Consejería de Fomento, Obras Públicas y Ordenación del Territorio que han actuado sobre un total de 70 kilómetros de viales con motivo de la alerta por nevadas en la comarca, que se prolongó desde la tarde del domingo hasta primeras horas de ayer, para permitir el tráfico seguro de los vehículos en toda la zona afectada.
En concreto, las nevadas acontecidas hicieron necesaria la intervención de la cuchilla quitanieves en la carretera de primer nivel RM-730, que une Caravaca con Puebla de don Fadrique, así como en las vías RM-B23, que enlaza la RM-730 y Cañada de la Cruz, y RM-B24, que conecta la RM-730 y El Hornico. Estas dos últimas vías contaban con una acumulación de nieve de entre tres y cuatro centímetros, concluyendo los trabajos a las diez de la mañana del ounes tras quedar la calzada completamente despejada. Así, se volvió a extender sal en todas ellas, sobre un total de 18 kilómetros. Asimismo, sendos equipos de alerta permanecieron en El Moral (RM-730) y Campo de San Juan (RM-702) para continuar con los trabajos de prevención.
El consejero, Francisco Bernabé, destacó “la inmediata respuesta que se ha dado desde la Dirección General de Carreteras a esta situación, permitiendo que todas las carreteras permanezcan abiertas al tráfico y garantizando la seguridad y movilidad de los vecinos de la zona y de cuantas personas circulan por la comarca del Noroeste”.
Los servicios de conservación de carreteras iniciaron en la tarde del domingo un tratamiento preventivo en cinco vías, extendiendo entre 15 y 20 gramos de cloruro sódico por metro cuadrado sobre un total de 70 kilómetros en las carreteras RM-730 (Caravaca-Puebla de don Fadrique); RM-702 (Barranda-Nerpio), RM-703 (Moratalla-Campo de San Juan), RM-B23 (RM-730-Cañada de la Cruz) y RM-B24 (RM-730-El Hornico).
En esa primera jornada no fue precisa la intervención de las máquinas quitanieves porque la precipitación fue escasa y no llegó a cuajar. En la única de las cinco carreteras afectadas que es de primer nivel, la RM-730, se intervino sobre un total de 23 kilómetros.
Para hacer frente a este tipo de incidencias, se contó como base de operaciones el Centro de Conservación de Caravaca, con tres camiones quitanieves, con tracción total, salero esparcidor de fundentes y extendido automatizado desde cabina, y cuchilla quitanieves.
En la temporada de invierno 2013-2014 se consumieron, en tratamientos preventivos, 61 toneladas de cloruro sódico mezclado con agua, y actualmente existe un acopio de 300 toneladas.
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