Los versos manuscritos más antiguos que conocemos en Cehegín son dos poemas del año 1549, que se encuentran en un libro de causas judiciales y se conservan en el Archivo Municipal.
«Querella
Ante tu gran potestad
ques árbitro impotente
y ante aquel asistente
Benus diosa.
De cabsa luxuriosa
te presento esta querella,
y te pido sientas della
my fatiga.
Y pues tu ofiçio te obliga
a juzgar los casos tales,
a ti Fajardo mis males,
me querello.
De aquel de merino cuello,
de aquel traydor de continuo,
de aquel falso serpentino
sajitario.
De aquel que Santilario
lo librara de Satán,
de aquel diestro Capitán
de la estocada.
De aquel que en la horcajada
abita sobre una ponte,
de aquel que rriega a qaronte
de la breña.
De aquel que jamás su seña
no camina syn pretal
llamado Caravajal
del ojo uno.
Daquel cabiz culebruno,
hulano el de dos esqueros
daquel y su compañeros
doy querella.
Que siendo moça y doncella,
entraron por mi ventana
y con furia muy tirana,
mescalaron.
Y todo lo arroviñaron
quanto estaba dentro en casa
de modo que a fuego y brasa
lo pusyeron..
Mirad que maña tuvieron
en esta dicha rebuelta
que los dos dexó a la puerta
y el entró.
Y tan rezio arremetió
tal venía de enojado
que rompió el ençerado.
Y truxo tal armonía
dentro de mis aposentos
que de muy pocos encuentros
desmayó.
Y quando cuytada yo
le vi hazer encoxido,
dello que aveys avido
hombre bueno.
Respondiome muy sereno
tengo dolor de cabeça,
que en verdad toda la pieça
e gomitado.
No quiero estar ençerrado
dexame salir de aquí
que ya, cuitado de mi,
no soy nada.»
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«Que veo que el mal deseo
atormenta al avariento
y veo al hombre syntiendo
decir dos mill desatinos.
Y veo que en dos caminos
cuio bien y mal consyste,
veo loco al que se viste
de seda syendo…
Y veo ser muy gran mal
onrrarnos con los vestidos,
veo pobres abatidos
que mereçen reverençia.
Veo ser mayor dolencia
las del alma que del cuerpo
y veo que solo el puerco
descansa siempre en el çieno.
Y veo que el mal ajeno
poca pena da al vezino
y veo que de continuo
el que menos puede paga.»
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