La Dirección General de Medio Ambiente destaca «el gran potencial» de la Región de Murcia para el desarrollo del turismo ornitológico. Y, entre las joyas de espacios naturales para el disfrute de las aves destaca a la Sierra de Burete, en Cehegín, ideal para la observación de rapaces. Una actividad de ocio respetuosa con la naturaleza que ha demostrado en otros territorios su capacidad de generar hasta puestos de trabajo, ya que entienden que sería un sector con un potencial importante para impulsar una economía sostenible en el entorno rural.

También destacan como zonas atractivas los embalses del Quípar y del Argos para algunas aves acuáticas. Solo en Europa se estima que hay unos diez millones de turistas al año que viajan para ver aves. Y el 85% de los ‘avituristas’ que visitan España proceden de Reino Unido, Bélgica y Alemania. En este sentido, la directora general de Medio Ambiente, Encarna Molina, destaca “el gran potencial de la Región de Murcia para el turismo ornitológico”, con motivo de la celebración del Día Mundial de las aves migratorias.

En este sentido, apuntó que la actividad de observación de aves, cada vez más demandada por los turistas, sobre todo de países del centro y norte de Europa, “es respetuosa con el medio ambiente y genera puestos de trabajo, por lo que sería un sector con un potencial importante para impulsar una economía sostenible en el entorno rural, en el ámbito de los espacios de la Red Natura 2000”.

Hay que tener en cuanta que el turismo de naturaleza supone ya entre un diez y un 15% del tráfico mundial de viajeros, y es la opción con mayor crecimiento anual, con porcentajes superiores al 20 por ciento, siendo la modalidad del turismo ornitológico o aviturismo la más pujante, según la Sociedad Española de Ornitología.

La situación geográfica de la Región de Murcia y su clima la convierten en refugio de multitud de especies, por lo que cuenta con 24 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), repartidas por sierras, llanos, humedales islas y medio marino. La oferta que puede encontrar el turista ornitológico se extiende prácticamente por toda la geografía regional. Y entre los espacios más interesantes para la observación de aves resaltan las llanuras entre las comarcas del Altiplano y el Noroeste, donde se pueden encontrar aves esteparias, además de las masas forestales de Espuña, Burete, El Gigante o Carrascoy-El Valle para la observación de rapaces. Sin olvidar tampoco los humedales del entorno del Mar Menor, especialmente en invierno, o el entorno marino frente a Cabo de Palos y Cabo Tiñoso para contemplar aves marinas.

De hecho, en el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar es uno de los más visitados por los amantes de las aves. Allí se dan cita anualmente miles de ellas en paso migratorio o invernada. Entre las especies nidificantes en este paraje pueden observarse cigüeñuelas, avocetas, charrancitos y pagazas.

La directora general resaltó iniciativas como la del Ayuntamiento de Molina de Segura, que está acondicionando las lagunas de Campotéjar, el segundo humedal continental más importante de la Región por la concentración de especies en invierno y por los pasos migratorios de aves acuáticas. Entre las infraestructuras que se han desarrollado se encuentran diferentes islas artificiales para el refugio de aves, un mirador, rutas señalizadas con paneles informativos y observatorios de aves camuflados, entre otras. Este ayuntamiento ha incluido ya la observación de aves en sus planes de fomento del turismo. La especie más emblemática de estas lagunas es la malvasía cabeciblanca, catalogada en peligro de extinción a escala mundial.

La Región de Murcia cuenta ya con un nutrido número de empresas y profesionales dedicados a ofertar rutas de observación de aves en espacios naturales. A la vista de la creciente demanda del turismo ornitológico, cabe esperar un aumento en el número de empleos que este sector generará.

Solo en Europa se estima que hay unos diez millones de turistas al año que viajan para ver aves. El 85 por ciento de los ‘avituristas’ que visitan España proceden de Reino Unido, Bélgica y Alemania. Suelen ser personas de edades entre 40 y 60 años, con un poder adquisitivo medio-alto, que se alojan en casas rurales y hoteles situados en enclaves naturales, con estancia media de una semana y un gasto de unos 150 euros al día. El perfil del ‘aviturista’ nacional es diferente; son personas de entre 25 y 45 años y realizan un menor gasto.

España va camino de encabezar el ranking de destinos preferidos por los este tipo de turistas, dada su gran diversidad de aves, presentes en sus 637 ZEPA, y otros atractivos añadidos del país, como el clima y la gastronomía. El Parque Nacional de Doñana es lugar emblemático para esta actividad, pues en este humedal tienen lugar los pasos migratorios de millones de aves al año.