La Asociación para la Defensa de la Naturaleza ‘Caralluma’, con el apoyo de la Concejalía de Medio Ambiente de Caravaca de la Cruz, se encuentra desarrollando de forma simultánea dos campañas para la conservación del Cernícalo Primilla y de las aves urbanas como el vencejo en distintas zonas municipio en las que invitan a los vecinos, tanto adultos como niños, a sumarse a ellas como voluntarios.
Estas campañas tienen una vertiente conservacionista, pero también pedagógica y de concienciación ciudadana, acercando a la población el estudio científico de las aves y los beneficios que éstas aportan a la agricultura y al medioambiente en general.
La de conservación de aves urbanas se desarrollará hasta el 27 de agosto y abarca distintas acciones como recogida, recuperación y alimentación de vencejos, aviones o gorriones accidentados por caídas de nidos, así como el anillamiento en nido de polluelos de golondrina común y de vencejo. En la campaña de 2017, los voluntarios recogieron unas setenta aves, con un éxito de recuperación cercano al 50%. Durante el periodo reproductor, fueron anilladas 43 golondrinas, un estornino, seis vencejos comunes y ocho vencejos pálidos. Con el anillamiento científico de la pasada campaña se constató el asentamiento de una gran colonia, con un
centenar de parejas de vencejos, en la edificación principal de Las Fuentes del Marqués.
La campaña de conservación del cernícalo primilla se realiza del 16 de junio al 15 de junio y engloba la instalación de tejas nido, la adecuación de nidales y la limpieza y desinsectación de cubiles con el fin de evitar nuevos episodios invasivos de piojillos aviares. En 1988 ‘Caralluma’ inició los trabajos de conservación y anillamiento de la colonia del campo caravaqueño, entonces la única conocida en la Región de Murcia. Hasta mediados del pasado siglo, el cernícalo primilla fue un habitante muy frecuente de torres, cortijos, casonas,
palacios y castillos situados en regiones dedicadas a la agricultura y a la ganadería extensiva, donde podían encontrar abundantes invertebrados con los que alimentarse. Es una especie que inverna en el sur del Sáhara y llega a esta zona de la península a finales de febrero. Su presencia es beneficiosa para la agricultura, puesto que se alimenta de insectos -como la langosta- y de pequeños roedores, además de ser un buen bioindicador del cambio climático.
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