temen y empatizan por todos, lo magnánimo de lo
humano, lo que la mayoría llamamos labor
humanitaria, no es más que el verdadero amor al
prójimo y no lo digo desde el fundamento cristiano.
Lo digo desde el estómago, la razón y desde el
orgullo.
cualquier corro del patio del colegio, aprendes a
mimetizar ese rechazo con otros aspectos. Los
interrelacionas y desarrollas aptitudes que por
norma derivan en dos cosas: sociofobia o
crecimiento interior. En mi caso, la segunda. Esto se
debió a que por suerte mi infancia la pase en un
núcleo rural apartado y prácticamente aislado de los
grandes avances político-sociales en cuestión de
igualdades.
tenía un campo donde correr, donde esconderme o
donde liberar a voces mi sentir, sin tener que
permanecer ojo avizor todo el rato. En definitiva un
sitio donde estar. Donde sentir el aplomo de la raíz
y la calma del tiempo.
Un bastión que es tu tierra.
de personas en el mundo.
Un sitio donde estar.
Un lugar donde desarrollar sus capacidades y tener
oportunidad de corregir sus errores. Una silla donde
sentarse en una comida familiar, con la que cada día
celebrar por el trabajo y la salud, por la unión, por la
amistad y por la vida.
ni mía.
Es del odio, del interés, la guerra, del orgullo y el
ego, la avaricia. El desdén a la vida.
Lo inhumano.
desgracias que acaecen a los desamparados, pero si
podemos hoy hacer algo para que mañana sea
mejor, y pasado mañana, mucho mejor.
Aún no hay comentarios en este artículo