Del médico ceheginero don Juan Yáñez Espín hice en su momento (trabajo que aún sigue vivo) un profundo estudio de investigación, aunque costó lo suyo, fundamentalmente en cuanto a su época de estudiante en Salamanca, de lo cual me siento orgulloso, porque no es fácil rescatar información académica de un estudiante universitario del siglo XVII, además en todos sus años de bachiller en Artes y en Medicina. Para ello el archivo de la prestigiosa universidad salmantina fue una maravillosa fuente de información . Médico muy reconocido en el Cehegín del siglo XVII, estudioso de la historia y tradiciones cehegineras, y en sus últimos años de vida nombrado regidor perpetuo de la villa de Cehegín escribió, al menos, una historia de Cehegín cuyo manuscrito no nos ha llegado. En el año 1895 se le dio su nombre a una calle ya que, sobre todo su figura era conocida a través de las noticias que sobre él llegaron del manuscrito de Martín de Ambel.
Esa investigación fue para mí muy gratificante y se consiguió una cantidad de información importante sobre el personaje a nivel personal, familiar, profesional, académico etc. Por supuesto, después se han ido consiguiendo más datos sobre su vida y figura. Una pena que aún no hayamos podido rescatar ninguno de sus escritos, ya que además, parece ser que él no publicó sus obras y todo lo que hizo quedó como manuscrito. No obstante, no descarten que puedan aparecer, andamos en su búsqueda.
“A 22 de marzo de 1616
Lectiones en cánones, digo en medicina, de Juan Yáñez, natural de Cehegín, diócesis de Cartagena. Probó aber leydo diez lecciones en medicina en diez días lectivos. A estado con Gaspar Tablares, natural de Freixo de Lamego, y García de Soto, natural de Aixa de León. Juraron, etc.
Y probó aber tenido y sustentado el general de medicina desta Universidad un acto de conclusiones en medicina que duró más de una hora y media, presidiendo el doctor Lucas Criado de Miranda. Y lo tuvo a quatro de hebrero de seiscientos quince.
Y aber tenido desde su segundo año Galenos, Hipócrates y Avicenas, y otros libros de la dicha Facultad, con Juan de Cabrera, natural de la Hinojosa, de Córdova, y Pedro de los Arcos, natural de Nájera, de Calahorra. Juraron, etc.”
AUSA. 605. Registros de pruebas testificales de cursos y lecciones de las facultades de Teología, Artes y Medicina. 22 de marzo de 1616. Folio 75 r.
Don Juan nace en Cehegín, siendo bautizado el día 20 de enero del año 1587, como hijo de don Juan Yáñez Espín y de doña María Hernández, y nieto -por vía paterna- de don Alonso Yáñez y doña María López Espín, y -por la materna- de Juan de Carmona y de Catalina Sánchez. El pequeño crece en una familia hidalga, los Yáñez, con una buena disposición económica, en dinero y bienes, y con presencia documentada en esta villa desde la segunda mitad del siglo XV. Su antepasado Lope Yáñez figura como hidalgo en el padrón de los Reyes Católicos del año 1495. Será su abuela, doña María, la que una el apellido Espín, también hidalgo, a la familia, y que portarán tanto su padre como él y sus hermanos.
Casó con doña María de Burguillos en fecha de 12 de diciembre de 1627, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Socovos, Albacete. Con ella tuvo como hijos a Lope en 1629 que falleció muy niño, Alonso en 1631, también muerto al poco tiempo, y los hijos que le sobrevivieron hasta llegar a la edad adulta fueron María, nacida en el año 1633, Lope en 1637, y Restituto, del que no conocemos la fecha de nacimiento por no haber sido bautizado en Cehegín, pero que nació en fecha anterior al año 1637, ya que sabemos por el testamento de su padre que era el hijo varón de mayor edad.
Don Juan Yáñez fallece el día veinticinco de diciembre del año mil seiscientos cincuenta y cuatro.
En torno al año 1612 coincidieron con don Juan Yáñez dos jóvenes cehegineros, al menos los que yo pude localizar en su momento, estudiando en la Universidad de Salamanca, eran don Francisco de los Cobos y Navarrete, estudiante de Leyes, y don Francisco de Úbeda, estudiante de cánones, que luego sería licenciado. Posiblemente fueron amigos de correrías y juergas estudiantiles en este tiempo y también en discusiones humanistas, estudios y lectura de los libros de la época.
En aquel tiempo, ir a estudiar a Salamanca era una verdadera aventura, muy lejos de lo que es hoy en día ir a una universidad. Hay que pensar que el mismo viaje desde Cehegín hasta la dicha ciudad duraba alrededor de diez días por caminos habitualmente malos y en condiciones poco agradables y los estudiantes venían muy poco a su casa en los años de estudios (don Juan Yáñez pasó ocho años allí donde hizo, como hemos dicho, el Bachiller en Artes y a continuación Medicina y Cirugía).
La Universidad de Salamanca, en aquel tiempo, era un atractivo reclamo donde se juntaban estudiantes de muchas nacionalidades, pues no solo había españoles, que eran la mayoría, sino que también acudía a estudiar gente de buena parte de Europa y también de América, llamados por el prestigio que suponía licenciarse en una de las mejores univesidades del mundo en aquella época. No es raro encontrar estudiantes que vienen de México o Perú.
Texto: Francisco Jesús Hidalgo García.
Imagen: Firma de don Juan Yáñez Espín. Archivo Municipal de Cehegín.
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