Estoy seguro que de no ser por el anuncio que hacíamos días antes del Pleno de presupuestos de abstenernos por iniciativa propia y con el único interés que el general de todos los vecinos, el presupuesto hubiese sido rechazado de nuevo, algo que hubiese puesto en serio peligro la estabilidad económica de nuestro Ayuntamiento y hubiese privado a nuestros vecinos de recibir unos servicios mínimos exigibles de su administración, que para eso cumplen sus obligaciones y pagan sus impuestos.
Hagamos memoria de lo ocurrido el año pasado, cuando vivimos una situación insólita y muy grave: el equipo de Gobierno del PSOE se quedó sólo en la votación de unos presupuestos correspondientes al Año Jubilar, llevados a Pleno pasado el ecuador del mes de julio y en el que todos los partidos de la oposición (izquierda, centro izquierda y centro derecha) votaron en contra de los mismos. Los motivos fueron obvios para todos los partidos fuesen de la ideología que fuesen: falta de diálogo, ocultación intencionada de información muy relevante (2 millones de euros de desfase) y pomposos puestos para familiares directos del alcalde.
Es absolutamente delirante que nos acusen de presentar enmiendas en el último momento (siempre dentro del plazo legal), cuando nos traen un presupuesto cinco meses tarde, aportando la documentación tardíamente. Eso sí, nos llamaron a mediados de diciembre para sacar foto y cubrirse las espaldas. Ante la falta de un simple borrador, el Grupo Popular presentó por escrito el día el 31 de enero la petición de una documentación que nos parecía esencial para elaborar un presupuesto: saber qué ingresos tenemos para poder decidir cuánto gastamos. No nos la facilitaron.
En el Grupo Popular teníamos motivos políticos más que suficientes para tumbar un proyecto de presupuestos continuista, sin ambición de mejora y absolutamente opaco con los grupos de la oposición, donde las inversiones descienden un 43% y solo se invierte lo que viene de la mano de la herramienta del Plan de Obras y Servicios del Gobierno Regional, igual que ocurre con las partidas destinadas a políticas activas de empleo, con más de 500.000 euros provenientes del SEF.
En los presupuestos no hay ni rastro de medidas para potenciar el sector turístico, de administración electrónica, de simplificación administrativa, de iniciativas de apoyo a los jóvenes y de un olvido total de pedanías. Son unos presupuestos vacíos, sin alma, no siguen ningún criterio político, porque no existe proyecto político.
Gobernar es acordar aunque se tenga mayoría absoluta, por eso no podemos entender que después de nuestra generosidad, se rechazaran con una actitud absolutamente despótica todas las enmiendas presentadas por el Grupo Popular y que suponían sólo el 0.38% del total del presupuesto.
Sinceramente pienso que el equipo de Pepe Moreno no quería presupuestos, pues es mucho más cómodo vivir parapetado en la excusa de que la malísima oposición no te apoya.
Hemos preferido ser útiles a los vecinos, que para eso nos han puesto aquí, para trabajar por el interés general. Este Ayuntamiento está dormido, con o sin presupuesto. Pero el PP ha sido un partido responsable que ha estado a la altura porque Caravaca no aguantaba más sin presupuesto».
Aún no hay comentarios en este artículo