Hace ahora justo tres años denunciábamos lo que considerábamos un pilar fundamental dentro de nuestro proyecto de futuro para el deporte de nuestra ciudad. En forma de moción presentábamos allá por 2015 desde el principal grupo de la oposición un plan sólido de fomento del deporte local. Esta iniciativa se basaba en la regulación de ayudas a deportistas, clubes y eventos deportivos de forma justa, rigurosa y consensuada. Un proyecto de gran calado que reconociese la labor de los técnicos, facilitase la compatibilidad académica-deportiva, pusiese a disposición de nuestros deportistas los mejores profesionales e infraestructuras y, sobre todo, premiase el fomento del deporte de base entre las asociaciones de nuestro municipio. Sin lugar a dudas, un nuevo impulso para el deporte de nuestra ciudad que permitiese dar un salto cualitativo y cuantitativo para que nuestros clubes y sus actividades se convirtiesen en verdaderos abanderados de nuestra ciudad.

Desafortunadamente hemos visto como tres años más tarde, nuestra propuesta ha quedado reducida a una triste reorganización de las subvenciones económicas, en donde, para más inri, se ha vetado el acceso a cualquier asociación con licencias individuales.  Este hecho ataca de raíz el principio fundamental por el que nacen estas ayudas, que no es otro que el fomento del deporte en nuestra localidad. Además, ha puesto en pie de guerra a varias asociaciones como el Club Triatlón Caravaca que enarbola la bandera de nuestra ciudad a lo largo y ancho del territorio nacional e internacional durante toda la temporada desde hace más de 25 años y cuya masa social ha crecido de forma exponencial en los últimos años. En definitiva, unas ayudas que se han gestado no solo de espaldas al conjunto de grupos de la oposición, sino también sin el consenso de los principales agentes afectados.

La motivación para afrontar difíciles retos potencia el esfuerzo, la capacidad de sacrificio y la disciplina son valores esenciales en la formación de nuestros jóvenes  por lo que debe verse apoyado por los diferentes estamentos. Resulta imprescindible la puesta en marcha de ordenanzas adaptadas a una sociedad de progreso. Ordenanzas como las publicadas esta misma semana en nuestra vecina ciudad de Lorca, que permitirán el libre acceso a cualquier instalación deportiva municipal a todo el deporte base lorquino, bonificaciones de hasta un 80% en deportistas en categoría sénior, e incluso exenciones fiscales a los deportistas de alto rendimiento. Medidas, que sin ningún lugar a dudas fomentarán el asociacionismo e incrementaran la práctica deportiva en la capital del Guadalentín.

El deporte caravaqueño se ha convertido en estos últimos años en un auténtico superviviente. Han desaparecido eventos de gran calidad, las asociaciones sobreviven por el buen hacer de muchos ciudadanos altruistas e instalaciones de reciente creación presentan un aspecto de total abandono, obligando a nuestros mejores deportistas a tener que abandonar nuestra ciudad para proseguir su práctica deportiva.

Termino como lo hice hace justo ahora tres años. Una ciudad como Caravaca de la Cruz, en cuyo eje de desarrollo supone una pieza clave el turismo, no puede navegar a la deriva. Por este motivo debemos exigir proyectos serios e innovadores, eventos de calidad, actividades deportivas orientadas al visitante, programas realizables.